jueves, 20 de enero de 2011

4.5.1 Concepto y Principios de la Organización.


Desde siempre, el ser humano ha estado consciente de que la obtención de eficiencia sólo es posible a través del ordenamiento y la coordinación racional de todos los recursos que forman par­te de un grupo social. Una vez que se ha establecido "lo que se quiere hacer", es decir, los objeti­vos por alcanzar durante la etapa de planeación, será necesario determinar "cómo hacerlo", qué medidas utilizar para lograr lo que se desea; esto sólo es posible a través de la organización.
En esta etapa se diseña la estructura que permite una óptima coordinación de los recursos y las actividades para alcanzar las metas establecidas en la planeación. Mediante la organización se determinan funciones y responsabilidades y se establecen los métodos tendientes a la simpli­ficación del trabajo. Al organizar es imprescindible aplicar los siguientes principios: del objetivo, de especialización, jerarquía, paridad de autoridad y responsabilidad, unidad de mando, difu­sión, tramo de control, coordinación y continuidad.
Un error muy común en esta fase consiste en la rigidez y falta de visión que derivan de con­siderar a los procedimientos y las reglas como leyes inmutables a las que debe subordinarse la empresa sin tomar en cuenta a los clientes. En aras de una "eficaz organización" se cometen aberra­ciones como la burocratización, la falta de atención a los clientes, la parálisis de funciones y de decisiones.
El propósito de la organización es simplificar el trabajo y coordinar y optimizar funciones y recursos; en otras palabras: que todo resulte sencillo y fácil para quienes trabajan en la empre­sa y para los clientes. La simplicidad en la estructura facilita la flexibilidad y el diseño de esque­mas coherentes que fomentan la eficiencia e iniciativa del personal.

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